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reflexiones de una persona de izquierdas


Le preguntaron en La Voz de Galicia, el domingo pasado, a Jaime Mayor Oreja: “¿Por qué le cuesta tanto al PP condenar al franquismo?” Y la respuesta de Mayor Oreja fue: “Porque forma parte de la historia de España. Yo no lo he condenado, ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector amplio de españoles?”
Han surgido voces en el PP –como la de Ángel Acebes y Ana Botella- que han tratado de lanzar balones fuera, mientras intentaban desviar la atención mediante la utilización de argumentos secundarios y muy escasos de consistencia. Acebes se fue por los cerros de Úbeda hasta trasladar la responsabilidad –según es su costumbre- a José Luís Rodríguez Zapatero.
En su acelerado proceso hacia la derecha extrema, los dirigentes del PP han dejado de lado -a una distancia cada vez más insalvable- la estación término correspondiente al centro. El centro se ha convertido para nuestros conservadores en un chascarrillo o un sarcasmo. Su deriva neocon está cada vez más a la vista. Avanzan irrefrenablemente hacia la derecha extrema cuyo linde coincide con la extrema derecha. Franco fue un gobernante anclado en la extrema derecha. Fue el último tirano de la Europa de las libertades.
Maricomplejines está mas estriñido que extrañado últimamente. No ve muy bien el hombre de "qué tropa" podría sacar cincuenta gobiernos, con personajes como Acebes, Ana Pastor, Mayor de Orejuelas, Zaplana, Acebes y Pujalte. El elenco no da ni para una partida de mus sin trampas.
En el pp, como no podía ser de otra manera, puesto que son los herederos directos y beneficiarios de la dictadura, no condenan el franquismo, están contra todo lo que signifique memoria histórica y todo lo que se acerque a igualar a unas víctimas con otras les parece una agresión y una división entre españoles. ¿Se hubiera permitido en Alemania que las víctimas del nazismo estuvieran tiradas por las cunetas de las carreteras durante 70 años? Se permitiría acaso que las familias enriquecidas por el régimen nazi no dieran con sus huesos en la cárcel? ¿Sería posible que se mantuvieran calles, plazas, estatuas o fundaciones, con los nombres de Adolfo Hitler o de cualquiera de sus generales? ¿Podría algún político alemán participar en la vida política con un pasado nazi? ¿Podría algún partido alemán mantener en su puesto a alguien que no condenara el nazismo con la excusa de que muchos alemanes lo vivieron con "placidez"? En el caso improbable de que ese partido no lo expulsara ¿tendría alguna posibilidad de ganar las elecciones? Afortunadamente, en Alemania, la respuesta sería NO. Desgraciadamente, tratándose de España y de los franquistas, la respuesta es SI.

2 comentarios:

M.Angel dijo...

Lo que ha dicho oreja es algo que ya se sabía, espero que los ciudadanos abran los ojos de una vez.
Tengo otra pregunta para añadir a las tuyas, ¿ se permitiría en alemania una emisora de radio soltando disparates o resescribiendo la historia de nuestro país como hace la cope?.

Un saludo.

Silvia dijo...

y lo que nos queda por escuchar.
lo peor es que en ese supper ppartido de centro (jajajajaja) abundan perros que se han cambiado el collar para aparentar ser un pequinés cuando en realidad son pitbull.

Nozotroz mejor zeguimoz como hasta ahora.