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Tomar un cafe en la ciudad de Cuenca


Hoy tomando un café en una cafetería céntrica de la ciudad de Cuenca, me he llevado una ingrata sorpresa al comprobar que el cafecito que tomo diariamente al precio de un euro, lo habían subido a un euro y quince céntimos, osea, una subida de un 15%.

Extrañado por la brutal subida me apresto a decirle a la educada camarera que como han subido tanto el café, a lo que me responde que son cosas del jefe.
Entonces intento recordar cuando fue la ultima vez que subió el café esta cafetería, no tarde en recordar, la ultima subida fue por el mes de Enero donde el café subió de 90 céntimos a 1 euro, o lo que es lo mismo, una subida del 11%.

Resumiendo, el incremento del café solo en esta cafetería conquense en 7 meses, ha sido la friolera del 25%.

Ahora que el partido de la derecha se rasga las vestiduras sobre el control de la inflación, su única receta para combatirla todos las sabemos, recorte de los gastos sociales, moderación y perdida de poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, congelación del SMI, en definitiva medidas que solo sirven para perjudicar a la mayoria de la sociedad, pero sobre todo perjudicarian a los mas desfavorecidos que son los que verdaderamente necesitan toda la protección que el estado les pueda dar.

Para ir concluyendo, solo añadiré un breve reflexion sobre la visión liberal que los partidos de derechas intentan no pronunciar de cara a los medios de comunicacion.
Subir el precio del dinero (medida que frena la inversión) y contener los aumentos de salarios (minar la capacidad adquisitiva) constituyen, por si solas, el torpedo mas mortífero que se puede lanzar contra el sistema. Si estas dos medidas no van acompañadas de una racionalizacion y proporcionalidad en los beneficios (la concentración de capital), de nada sirven.

Estas dos medidas, de nada afectan al capital o a los hacendados, yo diría que les benefician, porque cuando se encarece el precio del dinero (los tipos de interés) los grandes poseedores de dinero (cajas y bancos incluidos) perciben más renta. Y cuando se congelan los salarios se elevan las plusvalías (los beneficios). Sin embargo, ni una ni otra medida contribuyen por si solas a la contención de los precios.

La conclusión lógica es sencilla, en todas las tipologías de la inflación aparece la palabra beneficios, el incremento de precios es, evidentemente, la forma en la cual los empresarios mantienen estable su índice de ganancias y absorben el incremento de moneda circulante sin necesidad de hacer inversiones que aumenten su capacidad productiva.


Lo extraño, es que todos acepten que los salarios han de controlarse mas nadie acepte que el margen de beneficios, verdadero responsable de los procesos inflacionarios, haya de permanecer intocado.

¿Se aplicara el cuento el hostelero Conquense?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy heavy lo del precio del café, compañero.

En todo caso es lo que cabe esperar, porque al caer el número de consumidores la única solución para el vendedor es subir el precio a quienes sí siguen consumiendo, de forma que los ingresos sigan más o menos iguales: si hace 7 meses la cafetería vendía 100 cafés semanales, ingresaba 90 euros; como ahora sólo vende 80 cafés, lo ha subido hasta el límite máximo que sus parroquianos pueden tolerar, y aún así sólo ingresará 2 euros más, 92. Se me dirá que sus gastos son menores y que ahora gana más, pero lo cierto es que en una cafetería lo de menos es el precio del género, porque los márgenes son altos. Lo que lleva al cierre es no vender...