Lazos, lacitos y lacetes.

En Cuenca somos más papistas que el Papa. Aún me extraña que en sus visitas a nuestro país, el Papa Benedicto XVI no nos incluya en sus rutas apostólicas.

Ofrecemos motivos de sobra para demostrar nuestro ferviente catolicismo allá donde vamos, y más si somos “populares”. Así lo han demostrado los concejales de Pulido portando un lacito muy mono en las procesiones de Semana Santa para oponernos a la reforma de una ley que ha quedado anticuada. Somos los más… Ello no implica que estemos divorciados/as, “vivamos en pecado”, mintamos, seamos codiciosos o incluso amenacemos e insultemos. Pero eso no es pecado y no es reprobable porque no han dicho nada los socialistas, porque nosotros somos los más católicos y más “populares”, pero en el fondo sólo de boquilla y como muestra de nuestra hipocresía hemos llegado, en los últimos días, al límite (de momento). A un concejal de nuestro propio partido, de nuestra propia bancada le han amenazado e insultado, ante esta grave situación que está viviendo nuestro prójimo le hemos dado de lado públicamente para que quede bien claro que estamos del lado del que amenaza en actitud chulesca y no del agredido. Quizá se lo merezca (pensarán algunos de los concejales populares)

Ante esta grotesca situación, y después de ver el gran fervor que tienen por los lazos de colores los concejales populares, ¿señora Angustias, qué lazo me pongo para solidarizarme con el concejal amenazado?, ¿cómo adorno mi solapa?, ¿qué lazo se van a poner los concejales populares para demostrar que el amenazado no tiene nada que ver con ellos y que debe irse porque no es digno de estar con ellos?






F.M.