Cuando el año toca a su fin, hace falta hacer un alto en el camino para hacer un pequeño balance de lo andado hasta ahora.
Ni todo lo que ha pasado ha sido malo, ni todo ha sido bueno, yo diría que ha sido un año de luces y sombras para mi.
No todo lo que sucede en la vida debe ser "de color de rosa", en las adversidades es donde nos crecemos y donde de verdad maduramos adoptando decisiones difíciles, algunas, dolorosas.
Ha sido un año duro, durísimo en lo personal, con situaciones familiares difíciles y complicadas con las que he sufrido hasta no poder resistir el dolor.
Si algo he aprendido de ese sufrimiento, ha sido que no hay más amor desinteresado y noble como el del padre y la madre.
Posiblemente no he sido todo lo buen hijo que hubiese deseado, pero tengo muy claro que me voy a dejar la vida en intentar ser un buen padre.
No quiero hacer ningún reproche a nadie, la culpa de este sufrimiento que he pasado en este año, es en gran medida culpa mía, quizás no siempre he sabido estar a la altura de las circunstancias.
Pero no todo han sido tristezas, también han habido grandes alegrías como mi matrimonio.
Un amor que nació hace más de trece años y que sin duda, han sido los más felices de mi vida.
El "si quiero" que me dio , es sólo una muestra más de la generosidad de una gran mujer a la que admiro por su nobleza, honor y valía.
Ahora, con las pilas más cargadas que nunca, con el corazón a prueba de bombas, espero y deseo que 2011 sea un gran año para mi y para mi familia.
Deseos, que hago extensibles a todas aquellas personas que me quieren y que han estado conmigo en los momentos menos buenos, a todos ellos, mi agradecimiento, amor y estima.
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2 comentarios:
Todos cometemos errores, qué duda cabe, pero de esos errores aprendemos y se nota que has aprendido, siento el dolor de este año, y te deseo lo mejor para el nuevo.
un abrazo
Muchas gracias Ana, lo peor ya pasó.
Feliz Navidad y próspero año nuevo para ti y los tuyos¡¡¡
Sé muy feliz Ana.
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