En estas fechas tan señaladas, en la que dicen que la Navidad ablanda los corazones, permitid que a este humilde juntaletras también le invada por un momento el espíritu navideño.
Y es que las mejores navidades son aquellas que recuerdo como las más sencillas y tradicionales .
En un hogar más que humilde y al calor de una estufa de leña, certezas e incertidumbres se fusionaban en las miradas, haciendo de ese batiburrillo un mundo de emociones dispares.
Y es que mi memoria , caprichosa donde las haya, se va haciendo selectiva acorde a la propia evolución de mi persona. La plaza, el Belén , la Merce, el confetti y la gran hoguera donde, de alguna manera y a través del fuego, buscábamos la purificación del alma, era un mundo en el que poder obviar por un tiempo la realidad del día a día.
Luces de colores en las calles, villancicos y el aguinaldo casa por casa.
Las botellas de sidra y el turrón del tío Soriano.
El pino traído de El Cerro.
Las cadenas de colores por el comedor.
El radiocasette con la voz de la Machucha.
La sonrisa de mi madre.
La incomprendida seriedad de mi padre.
El regreso de un hermano desde lejos.
La tregua entre todos.
Feliz Navidad y próspero 2025