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Casi dos años perdidos en la política cultural y educativa municipal del PP


Poco ha hecho Pulido y su equipo por la Ciudad de Cuenca en estos casi dos años de mandato, pero en Cultura y Educación no han hecho nada, sólo eventos caracterizados por su falta de perspectiva sociocultural y por errores a la hora de diseñar la programación. 

No voy a decir que a lo largo de 2007 y 2008 no se ha hecho nada en materia de Cultura. Hemos de reconocer que hemos tenido grandes fastos culturales, vistosos fuegos de artificio, oropeles culturales en los que se ha dilapidado el dinero público. Creo que en la cabeza de todos están "grandes acontecimientos" como el fallido concierto de Bob Dylan, el Festival de grabado Ingrafica o Copenhague en Cuenca. Tres acontecimientos en los que no se han escatimado recursos económicos, que se han desarrollado totalmente a espaldas del interés cultural de los conquenses, y que han tenido escasa repercusión.

La Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca ha presentado para 2009 unos presupuestos desastrosos y lleva ante los tribunales a sus propios trabajadores, a los que no quiere reconocer los derechos que les corresponden según el convenio legalmente vigente. El equipo municipal de gobierno del PP no sólo no se responsabiliza de las bibliotecas municipales ya existentes, asumiendo a sus bibliotecarios/as como personal del Ayuntamiento, tal y como les venimos aconsejando desde hace dos años, sino que tampoco fomenta la creación de nuevas bibliotecas de barrio como elemento básico de toda política municipal cultural que se precie. Eso sí, se esfuerza en crear la discordia entre los trabajadores de la Fundación que vienen prestando meritorios servicios en el Auditorio, Aguirre y las bibliotecas de Fuente del Oro y Villa Román.

Sobre el proyecto de Cuenca 2016, mejor no hablar. Y digo mejor no hablar porque no sabemos nada de nada sobre el proyecto concebido por el Ayuntamiento para tal fin, si es que lo tienen. Como miembro que soy de la Comisión Especial Cuenca 2016, que no se ha reunido desde hace casi un año, creo que tengo derecho a ser informada de cualquier avance, no por mí, sino por los miles de conquenses a los que representa mi grupo político. Una vez más hay falta de transparencia, y una vez más se gestiona a espaldas de la ciudadanía. ¿Cómo espera el Alcalde el apoyo popular, tan necesario en un proyecto semejante, si la ciudadanía está desinformada de lo que se hace?

Otro tanto podríamos decir del Consejo Escolar Municipal, al que el equipo de Gobierno no presta la menor atención. ¿Es que la comunidad educativa, docentes, alumnos, padres y madres, no le interesa al Sr. Alcalde?, ¿es que el buen funcionamiento de los colegios de nuestra ciudad no es un objetivo prioritario del PP? A lo largo del año 2008, el Consejo Escolar se reunió en dos ocasiones: en enero, cuando se constituyó; y en octubre, en la que se formaron comisiones de trabajo que no han tenido el seguimiento posterior por parte del Sr. Catalá, presidente del Consejo. Es decir, trabajo efectivo ninguno. Resultados, ninguno. Hoy por hoy, tenemos un Consejo Escolar estéril. ¿Qué ha sido de la Comisión de Absentismo que se constituyó el verano pasado?, ¿piensan volver a convocarla después de su fallida reunión de octubre? Ciertamente, por ley sólo se establece una reunión del Consejo Escolar Municipal al menos una vez al año, pero también es cierto que cuando se trata del Consejo Escolar Municipal de una ciudad como Cuenca, todo parece indicar que reunirse un par de veces no es suficiente, porque las necesidades de solucionar problemas son mayores. Y, sobre todo, que no basta con reunirnos para vernos las caras cada ocho meses, sino que se trata de reunirnos para intentar solucionar los problemas, grandes y pequeños, de la comunidad educativa de nuestra capital.

E Sr. Alcalde, Francisco Javier Pulido, y el concejal del ramo, Emilio Catalá, parecen olvidar que la Cultura y la Educación son derechos básicos del ser humano, son armas democratizadoras de gran calibre, y son base de la igualdad de los ciudadanos. La política cultural y educativa de un Auntamiento debe entenderse siempre como la prestación de servicios de primera necesidad y, por eso, el Sr. Alcalde y su concejal deben velar por poner los cimientos de una cultura de base que llegue a todos los rincones de la ciudad, a las amas de casa, a los jubilados, a los jóvenes, a los inmigrantes, a los barrios céntricos y a los periféricos. La educación y la cultura municipal no deben ser ni elitistas, ni para "amiguetes". Debe programarse para todos, para los "consumidores" habituales de cultura, y para los que todavía no sienten la cultura como una necesidad básica para su desarrollo personal y social. Y si cabe, hay que incidir, especialmente en estos últimos. ¿Qué pasa con aquellos menos favorecidos en la formación?, ¿qué hay de su derecho a formarse y a disfrutar de la cultura? Ahí está el verdadero objetivo de una política cultural y educativa democrática: conseguir que los más formados vean satisfechas sus necesidades culturales, e ir creando la necesidad de consumir cultura en los sectores sociales con menos formación. La riqueza de un país, de una ciudad, debe reflejarse en el nivel cultural de sus ciudadanos.




Consuelo García López
Grupo Municipal Socialista

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