El bienestar social debe ser una seña de identidad de Castilla la Mancha. Con gran acierto del gobierno regional de entonces, se firmó un convenio con la Diputación de Cuenca para la construcción de tres nuevas residencias geriátricas en Priego, Beteta y Cañete.
Nada más y nada menos que 13.487.272 millones de euros fueron los que se destinaron para la construcción de las tres residencias.
Las de Priego y Cañete fueron finalizadas en 2010, la de Beteta corrió peor suerte y se encuentra todavía inconclusa,
¿Y después qué?
Pues sencillamente nada. Siete años después la residencia de Priego sigue abandonada a su suerte y sus instalaciones son pasto del saqueo y del expolio.
¿Pero de quién es la residencia de Priego?
Según el registro de la propiedad de Huete. la residencia no esta inscrita a favor de ninguna institución pública.
No estar inscrita en el registro de la propiedad no quiere decir que nadie sea responsable de su cuidado y de su puesta en funcionamiento de este servicio tan demandado hoy en día.
La residencia fue recepcionada por la Diputación de Cuenca y cedida al ayuntamiento de Priego.
El ayuntamiento, ante la imposibilidad económica de poder gestionar la residencia, firmo un acuerdo de cesión con la JCCM para que fuera ésta la que se hiciese cargo de la apertura.
Hoy en día, la cesión sigue vigente a pesar de que el convenio expiró pues la JCCM no ha llevado a cabo la reversión al ayuntamiento de Priego.
Además, la JCCM incluye la residencia y su valor patrimonial en los presupuestos regionales de 2017.
Por lo tanto, la JCCM es la responsable de no poner coto a los actos vandálicos que están destruyendo sus instalaciones abandonadas, así como tiene la obligación de su puesta en marcha como garante del bienestar social.
Es inadmisible que siete años después no se de una solución por parte de nadie.
Fotografía de Las Cuatro Esquinas
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