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Al ‘profesor Ruiz’ le leen la cartilla de los presupuestos municipales 2010

En la víspera de nuestro patrón San Julián, se coció en el Ayuntamiento de nuestra ciudad una de las situaciones más esperpénticas que han acontecido en los últimos años en la gestión municipal del Consistorio de la capital: La Junta de Gobierno Local, integrada por ocho concejales del Grupo Popular, tuvo que dejar sobre la mesa la aprobación de los Presupuestos Municipales para el 2010, al contar con un informe contrario de la Intervención municipal, por no respetar las cuentas la legislación vigente.

Es inaudito que el concejal de Hacienda presente un proyecto de Presupuestos sobre el que la Intervención ha emitido previamente un informe desfavorable; es una actitud temeraria, irresponsable y prepotente por parte de Javier Ruiz, y es además infantil, porque, si me permiten el símil, es como si en el juego del solitario quisiera uno hacerse trampas a sí mismo. Al Grupo Municipal Socialista le parece que los presupuestos de la administración pública local es un asunto serio.


Pero a lo mejor lo que quería Ruiz era quedar bien delante de su jefe, el alcalde Pulido. Recordar aquí que el Grupo Popular ha venido anunciando los Presupuestos desde el mes de noviembre, pero todo han sido ‘excusas de mal pagador’: Por problemas técnicos no pudieron ser presentados ante el Consejo Social de la ciudad en diciembre, luego que si el malo de Zapatero había cambiado la legislación (debe ser que esta modificación sólo ha afectado al Ayuntamiento de Cuenca) y que ya lo veríamos en un pleno extraordinario en enero, luego que esta vez sí lo llevamos al pleno ordinario de febrero… Pues va a ser que no.


Eso sí, el alcalde Pulido, justo antes de acabar el año pasado, y aprovechando el anuncio que hizo a los afiliados del PP de su intención de presentarse a la reelección como cabeza de lista en las próximas Elecciones Municipales, les dio cumplida cuenta del proyecto del Presupuestos para 2010. Bien por Pulido, bien. Antes que los grupos municipales democráticamente elegidos y antes que los miembros del Consejo Social que representan a la Ciudad, son los militantes ‘populares’ los que conocen las cuentas municipales de primera mano.
Y ahora nos desayunamos con que los criterios del profesor Ruiz no coinciden con los de la Intervención Municipal, y que para `desfacer` el entuerto, se va a recurrir a la Intervención General de la Administración del Estado, que según afirmaciones del concejal, tardará al menos dos meses en emitir un informe.


Mientras tanto, y desde el día 1 de enero de 2010, los presupuestos municipales que rigen en el Ayuntamiento son los prorrogados del 2009. ¡Horror!, el PP prorrogando presupuestos por su pésima gestión, con lo que le hemos criticado esto a los socialistas, con la leña política que le hemos dado a Cenzano con esto, dirá Ruiz para sus adentros. La bronca que me va a echar el partido (Mª Ángeles García) y el alcalde Pulido, y cómo va a defender esto Monserrat en la Junta de Portavoces… Yo creo que lo suyo es dimitir, o que me cesen, pero si a mí esto de lo público no me va, si yo siempre he dicho en público y en privado, que donde esté lo privado que se quite lo público (y casi me sale lo del agua …), continuará rumiando Ruiz.
Y el recién llegado a la política profesor Ruiz, que tres meses después de tomar posesión como concejal con dedicación exclusiva pidió la compatibilidad para dar clase en una universidad privada de Valencia, y tras ser nombrado consejero-delegado de SIM después de la defenestración de Ortiz, solicitó rápidamente la compatibilidad de nuevo para la enseñanza universitaria, se ‘bate’ ahora con la experimentada Intervención Municipal, a cuyo frente hay una persona desde hace casi 30 años, que ejerce, con plena autonomía, la función pública que le atribuye la Ley de control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria, y que, no hace falta que lo diga yo, ha demostrado con creces su profesionalidad y trayectoria, tal y como la opinión pública ha tenido ocasión de comprobar en las sesiones de los plenos de esta legislatura.
Este es el último episodio de la nefasta gestión que en materia económica está desarrollando el Partido Popular en nuestra capital. Los números cantan: casi 13 millones de euros de déficit, un endeudamiento de casi 42 millones de euros, las cifras más elevadas de la historia del Ayuntamiento de Cuenca. Y todo este despilfarro sin que la Ciudad observe ningún beneficio en su desarrollo y avance, ni repercusión alguna en el aumento de la calidad de vida de los conquenses. Al contrario, con esta política de desmanes, el alcalde Pulido está dejando a la Ciudad y a su Ayuntamiento hipotecado para muchos años.


Las buenas noticias para Cuenca las protagonizan los presidentes Zapatero, Barreda y Ávila: más de 15 millones del Fondo Estatal de Inversión Local, 10 millones del Urban para San Antón (sin tele Pulido), más de 150 millones para el Hospital Provincial (a pesar de las zancadillas de Pulido), 18 millones para el Palacio de Congresos en el Terminillo (a pesar de que Pulido lo quería poner en el polígono industrial de La Cerrajera), 300.000 euros para el Parque de los Moralejos, 400.000 euros para Cuenca 2016, 1.2 millones para el Barrio de Buenavista, por citar los más recientes. Son gobiernos socialistas los que traen inversiones públicas, y por tanto empleo, a nuestra Ciudad. Y la última buena nueva: la sede del nuevo Banco Liberta va a estar en Cuenca.
Cospedal, Pulido y García, mientras tanto, se decantan por traer a Cuenca un cementerio nuclear, siendo los artífices de los malos augurios y de los escándalos políticos y económicos en el Ayuntamiento de Cuenca.

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