Cuando los Conquenses decidieron dar su confianza al PP para gobernar la ciudad de Cuenca, muchos, desde el primer momento, vislumbramos con nitidez el futuro incierto que se cernía sobre la cabeza de todos los conquenses.
Y aún sin acabar la legislatura, el tiempo nos ha dado la razón, ¡Y de que manera!
Pero al alcalde le dimos un voto de confianza y los cien días de cortesía para que su equipo de gobierno se asentara en la institución y empezara a aplicar su programa de gobierno.
Un Ayuntamiento nuevo y sin experiencia en regir lo público se hizo cargo de una herencia envidiable desde el punto de vista económico y social, gracias a los eficaces gobiernos del PSOE de Cuenca y a los desvelos del mejor alcalde que hemos tenido, Jose Manuel Martinez Cenzano.
Como el caballo de Atila, el PP de Cuenca y Pulido al frente se encargaron de borrar toda huella socialista que pudiese quedar por el ayuntamiento destrozando las posiblidades de llegar a acuerdos con la oposición del PSOE, muestra de ello, son la decisión unilateral de cambiar la parcela que Cenzano destinó para la construcción del hospital por otra, con ocultos y oscuros intereses y el cambio de nombre de la antigua EMPUSER.
Ya en sus inicios se veía con total nitidez que la radicalidad y la intransigencia iban a ser bandera de este equipo de gobierno del PP, la reprobación en el salón de plenos del Ayuntamiento del presidente Barreda y del presidente de la Diputación Juan Ávila fueron el climax de la confrontación con la que querian dividir a la sociedad conquense.
Pero si algo ha caracterizado a este Ayuntamiento, ha sido la paupérrima gestión económica y la incapacidad de abanderar un proyecto para el desarrollo de la ciudad.
Las rentas se acaban y Pulido lo sabe, heredó una ciudad dinámica, saneada y moderna y nos va a legar una ciudad, arruinada, paralizada y gris.
Más gris y triste sería si no fuese por la inversión del Gobierno de España y de la Junta de Castilla la Mancha que a pesar de los desprecios que les han hecho Pulido y el PP de Cuenca, siguen apostando decididamente por el progreso de Cuenca.
Además, el alcalde no se ha sabido rodear de personas válidas para ayudar en las tareas de gobierno. Odio, amenazas, enemistades y pasiones ocultas han sido el pan de cada día de este gobierno del PP, el caso Ortiz sólo es el caso mas sangrante de como las luchas barriobajeras en el seno del PP de Cuenca pueden perjudicar al conjunto de la ciudadanía.
Un gobierno débil y en minoría no es el mejor garante de la defensa de los intereses de los conquenses, un gobierno que está paralizado, por la que se les está viniendo encima, no puede ni debe seguir por un minuto más en las tareas de gobierno.
Debilidad agravada por la imputación del alcalde Pulido por un presunto delito de prevaricación y que puede costarle de siete a diez años de inhabilitación para cargos públicos.
Ha llegado la hora de que los ciudadanos levantemos la voz al unísono y clamemos por la dimisión inmediata del alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido Morillo, antes de que sea demasiado tarde y ya nada podamos arreglar.
La ofensiva popular en contra de todo lo que "oliera a socialista", no les ha dado los frutos esperados, sólo hay que preguntar a la gente de la calle y escuchar que opinión tienen de la desastrosa acción de gobierno de Pulido y el recuerdo imborrable de progreso y dinamismo de los gobiernos de Cenzano.
¿Debe dimitir el alcalde de Cuenca?
Publicado por
izquierda plural
en
21:10
Etiquetas:
ayuntamiento cuenca,
crisis,
dimision,
psoe de cuenca,
pulido
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario