Según se acercan las elecciones autonómicas y locales, volvemos a recuperar el pulso de la movida vida política. Pronto nos inundarán con propuestas y proyectos apelando a la amnesia colectiva.
Puedo prometer y prometo. El ucedista Suárez abrió la veda con tal sentencia y los que vinieron después copiaron sin rubor aún a sabiendas del engaño, o más bien estafa.
Como el anuncio, busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo.
Y es que la política se ha convertido en un anuncio de detergentes donde se mercadea cual vulgares mercachifles con la ilusión y la esperanza de la gente.
Circuncribiéndonos a Cuenca y su provincia, poco podemos esperar de aquellos que en uso de sus responsabilidades de gobierno han sido incapaces de llevar a buen puerto una buena parte de las promesas que les hicieron llegar a las alcaldías. Pero como los Conquenses somos muy pacientes y sumisos, volveremos a creer que a la segunda va la vencida.
Si bien este juntaletras es muy de segundas oportunidades, también he de decir que siempre he defendido que la política bien entendida es la mejor fórmula para resolver los problemas de los ciudadanos . Pero el escepticismo ante la mediocridad hace que resuelva Salomónicamente que si me engañan una vez el problema es mío, pero si me vuelven a mentir el problema será suyo.
Y en esto estamos queridos lectores, en la de la subasta y la chanza, donde el interés general deja paso a puyas y rejonazos, donde el interés general deja paso a los intereses de los de siempre.
Y después de la batalla por el poder, los de siempre ganarán y se olvidarán plácidamente de los sufridos y abatidos electores que votaron por los de siempre.
¡Que ustedes lo voten bien!