El caciquismo, es una forma distorsionada de gobierno local donde un líder político tiene un dominio total de una sociedad del ámbito rural expresada como un clientelismo político. Este sistema, aunque también tuvo su expresión en España, es marcadamente americano. En algunos países latinoamericanos se usa muchas veces figurativa y peyorativamente la palabra "cacique" para aludir a quienes detentan el poder de "redes clientelares" aunque nada tengan que ver con los pueblos originarios de América.
Esta breve explicación del caciquismo está muy vigente en varios pueblos de la provincia de Cuenca, si bien, el caciquismo ha evolucionado y ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, aumentando en algunos casos sus cometidos.
Es para mi un horror tener que admitir que el viejo caciquismo corrupto de antaño pulula y se eterniza en muchos municipios incluido el mio, Priego.
Como decía, el caciquismo ha evolucionado hácia un clientelismo social y no sólo político, el nuevo cacique regenta establecimientos y negocios de éxito y mediante "invitaciones y regalos" construye un tupida red clientear encaminada a perpetuar su status social.
Especial cuidado debemos tener con ese tipo de cacique, es el más peligroso de toda la fauna caciquil, pues no tiene apuro en prestar esos falsos favores a personas de cualquier ideología política, su meta a la larga, es obtener réditos a medio y largo plazo y no dudará en ofrecer cualquier servicio si el cacique piensa que de ese favor sacará tajada en el futuro.
Los socialistas, debemos tener mucho cuidado en relaccionarnos con semejante calaña caciquil, pues los favores, invitaciones y demás detalles de esta gente, sólo van encaminados en su propio beneficio.
Socialistas de la provincia de Cuenca, y en especial a la gente de izquierdas de Priego, no sucumbais al caciquismo y hacer guardar vuestros principios morales y éticos, intentad alejaros del cacique y erradiquemoslos de nuestros pueblos con la indiferencia y el orgullo de "ser pobres pero honrados"
1 comentarios:
Tienes toda la razón, el caciquismo no ha terminado en nuestra provincia. Para muestra está la simbología fascista que aún se sigue manteniendo en municipios donde gobierna el PP y el PSOE; y el servilismo secular que tienen ambos partidos "oficiales del reino".
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